Presidente surcoreano pierde apoyo de su partido ante proceso de destitución

El jefe del partido gobernante en Corea del Sur pidió el viernes la “rápida suspensión” del presidente Yoon Suk Yeol por su intento de imponer una ley marcial y aseguró que su permanencia es un “gran peligro” para el país.

Las chocantes declaraciones de Han Dong-hoon, líder del Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon, dejan al presidente prácticamente solo de cara a la votación de una moción de destitución prevista el sábado en la Asamblea Nacional.

“Teniendo en cuenta los nuevos hechos, creo que es necesaria una rápida suspensión de funciones del presidente Yoon Suk Yeol para salvaguardar a la República de Corea y su población”, dijo Han, que un día antes se oponía a la destitución.

Yoon no ha tomado ninguna acción contra los oficiales del ejército que “intervinieron ilegalmente” ni tampoco reconoce que “su ley marcial ilegal fue un error”.

“Por esto, si el presidente Yoon continúa en el cargo de presidente, hay un riesgo significativo de que se repitan acciones extremas similares a la situación de emergencia actual, lo que pondría a la República de Corea y a sus ciudadanos en gran peligro”, argumentó.

El dirigente del PPP también evocó “indicios creíbles” de que Yoon ordenó arrestar de “importantes políticos” durante las horas de vigencia de la ley.

Un diputado opositor, Jo Seung-lae, dijo el viernes que las imágenes de videovigilancia muestran que los soldados intentaron detener al líder de la oposición Lee Jae-myung, al presidente parlamentario Woo Won-shik y al propio Han Dong-hoon.

Sin embargo, la oficina presidencial negó que hubiera ordenado el arresto o la detención de diputados, según la agencia de noticias Yonhap.

¿Segunda ley marcial?

Yoon suspendió el orden civil en la noche del martes y desplegó tropas y helicópteros al Parlamento donde, en medio de protestas ciudadanas, diputados opositores consiguieron colarse para votar en contra de la ley.

Horas después, ante la indignación generada en Corea del Sur y el estupor de sus aliados con la sorprendente medida, el presidente retrocedió y replegó el ejército en un discurso de madrugada.

Acusando a Yoon de “vulnerar gravemente la Constitución y la ley”, la oposición presentó una moción de destitución que la Asamblea Nacional votará el sábado a las 19H00 (10H00 GMT).

Su aprobación no estaba clara porque, aunque la oposición cuenta con 192 de 300 escaños, precisaba de algunos votos del PPP para alcanzar la necesaria mayoría de dos tercios que, tras el cambio de postura del partido, parece asegurada.

“Parece que Han y los miembros del partido han concluido que hay una posibilidad significativa de que el presidente Yoon declare una segunda ley marcial”, afirma a la AFP el profesor de ciencia política en la Universidad Myongji, Shin Yul.

Ante este escenario, un portavoz de la principal formación opositora, el Partido Demócrata, dijo que todos sus diputados se quedaran dentro de la Asamblea Nacional hasta que se vote la moción.

Si esta sale adelante, Yoon, un exfiscal estrella convertido en presidente en 2022, quedará suspendido provisionalmente a la espera de un veredicto de la Corte Constitucional.

Una encuesta publicada el jueves por el instituto Realmeter indica que un 73,6% de los interrogados respaldaba la destitución. Y otra divulgada este viernes señala que el índice de aprobación del presidente se hundió al 13%.

“Insurrección”

El caso está siendo investigado por un equipo de 120 agentes de policía, encargados de la denuncia por insurrección presentada por la oposición contra Yoon y otros altos cargos, dijo la policía.

“Si surgen indicios durante la investigación sobre preparativos de una segunda ley marcial, lo perseguiremos”, dijo a la AFP Kim San-ho, que supervisa la investigación.

La denuncia también implica al exministro de Defensa, Kim Yong-hyun, que dimitió el jueves y sobre quien pesa una prohibición de abandonar el país.

Fue la primera declaración de una ley marcial en Corea del Sur en más de 40 años y devolvió los dolorosos recuerdos de la dictadura que gobernó el país hasta 1987.

El presidente, duramente enfrentado con la oposición parlamentaria por los presupuestos del próximo año, justificó la medida por “las amenazas que plantean las fuerzas comunistas de Corea del Norte” y por “los elementos antiestatales que roban la libertad y la felicidad del pueblo”.

La oposición asegura que Yoon quería “esquivar investigaciones inminentes sobre supuestos actos ilegales que lo implican a él y a su familia”.

Los sucesos causaron sorpresa y preocupación en su principal aliado, Estados Unidos, que dispone de casi 30.000 soldados estacionados en el país.

En una llamada con su homólogo surcoeano este viernes, el secretario de Estado, Antony Blinken, celebró el levantamiento de la ley marcial y “expresó confianza en la resistencia democrática del país”, dijo su portavoz Matthew Miller.

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